martes, 7 de julio de 2009

Cats.

Acabo de conocer a una panda rarísima. Son como una especie de radicales alternativos ácratas con toques neocomunistas y hackers. No sé. No me caen mal y, de momento, guardan las formas, pero me producen una cierta dentera. Hay sobre todo una tía que no paraba de mirarme (disimuladamente, eso sí), ¿será lesbiana? Pues a mí no me va ese rollo, ¿eh?, que yo sepa. Y eso que con las monjas irlandesas ... había tela ... Pero yo nunca entré en esa historia. El caso es que Flash conocía a uno de ellos, coincidimos en Siroco (donde vamos poco, ¡ja, ja, ja!, nosotros vamos más a Cats) y nos tomamos algo juntos. Un poco raros, ya te digo. Así como muy serios sin querer aparentarlo, pero les quedaba un poco ... ortopédico el rollo guay y tal. No sé. No me terminan de convercer, la verdad, pero Flash se empeñó en que tenemos que quedar otro día (otra noche) ... ¿Cómo se llama la tía esa? Yuli ... No, Yuli, no. Yoli ... No. No me acuerdo. Yupi ... No, no. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Son lo más antiyupi que he visto! ¡Estaría gracioso que se llamara así! No, creo que no. Pero es algo parecido. Ya le preguntaré a Pupi. O a Fran. No sé. No es que me repelan, pero desde luego para ligar ni loca, te lo digo desde ya que ni harta de pastis, vamos ... ni por casualidad. Tenía que estar yo loca a las puertas del infierno y ni por esas. ¡Vamos! ¡Qué pasada! En fin, a ver cómo sigue esto. Ya os seguiré contando.
Rut Lazparri.

No hay comentarios:

Publicar un comentario