martes, 26 de mayo de 2009

Un voltio.

Los tiempos adelantan que es una barbaridad, que dirían mis abuelos. Antes lo más apreciado era la Independencia (aunque fuera de boquilla) y ahora lo más apreciado es la Dependencia (que te declaren dependiente). Lo mismo tiene eso algo que ver con el Péndulo de la Historia y el "¡Vivan las caenas!" de los partidarios de Fernando VII, que desde él ningun otro rey ha
querido llamarse así en España.
Os escribo desde la terraza de una suite del Ritz porque mi abuela española se ha empeñado en venir a la temporada de Opera del Real y me ha pedido que la acompañe. A mi no es que me mate mucho la opera, la verdad sea dicha, pero yo por mi abuela Trini hago lo que sea porque es un encanto y tiene más mundo que mis padres. En realidad me ha criado ella y, encima, me rescató de las monjas irlandesas, a las que no soportaba, en cuanto lo supo. No me extraña nada que ahora les estallen los escándalos. ¡Si yo os contara! Pero eso otro día. Dejadme disfrutar ahora de la luz de Madrid. Voy a darme un voltio, como dice una amiga cheli de mi abuela.
Rut Lazparri.

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